Vilma Bonilla: ¡Sobreviviente! en la lucha contra el cáncer de mama
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- ZIPodemos
- 1 octubre, 2015
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A sus 33 años recién operada de su mama derecha y culminando un tratamiento de quimioterapias, su médico le dignostica otro tipo de cáncer en su mama izquierda y le sugiere una histerectomía casi inmediata.
Si bien es cierto el cáncer de mama no discrimina edad, también es cierto que la detección temprana y un tratemiento a tiempo pueden salvar la vida.
Vilma Bonilla, una joven trabajadora de Lear Corporation en Naco, Santa Bárbara, compartió con ZIPodemos su testimonio. A los 33 años de edad, recién amamantaba a su pequeño de seis meses cuando su seno derecho comenzó a doler fuerte y a inflamarse de forma anormal, hasta no poder más. Eso la llevó a la ginecóloga quien, al examinarla, le dijo que era una mastitis, le recetó unos antiinflamatorios, pero su situación empeoraba.
Ante el dolor, la incertidumbre y el abatimiento físico decidió tener una segunda opinión de otro médico, quien le mandó a hacer algunos exámenes, ya que le confirmó que no se trataba de una mastitis, pero que no podía darle un diagnóstico hasta no tener en sus manos una mamografía que era necesaria.
Vilma recuerda que debido a la inflamación en su seno tuvieron que repetir el examen en más de tres ocasiones hasta que finalmente le dieron los resultados en un sobre cerrado y le dijeron que se fuera de inmediato con ellos a su médico. “Pensé que todo había salido bien, porque no me dijeron nada y al llegar al médico con los exámenes me informó que no eran concluyentes y que mejor me remitiría a un oncólogo, que no me preocupara que solo era para descartar cualquier irregularidad”.
“Al llegar al oncólogo, en el mismo día me realizó una biopsia sin demora y además de sacar la muestra me dijo que la incisión ayudaría a reducir el tamaño de la mama porque estaba tan inflamada que alcanzaba el doble del tamaño de la izquierda”, comenta. Llegó el día de la cita para obtener los resultados y, según Vilma, esperaba que le dijeran que tenía unos quistes benignos o algo así, pero jamás se imaginó que el diagnóstico era un carcinoma ductual infiltrante maligno estadio 4.
Diagnóstico que traducido significa cáncer de mama maligno en etapa avanzada. Su esposo le acompañaba en ese momento, le tomó de las manos y le expresó que estaban juntos en esto. El doctor le explicó que había que comenzar el tratamiento cuanto antes y fue remitida a un oncólogo radiólogo, quien le dio las recetas para iniciar con el tratamiento de quimioterapias.
Con el tiempo justo para iniciar una nueva etapa de su vida, Vilma recuerda que se acercó a Dios y le hizo la promesa que si la sanaba hablaría de sus maravillosas obras y que llevaría su vida siguiendo el ejemplo de su hijo Jesucristo. Nuestra entrevistada hace una pausa y comenta: “Cuando uno escucha la palabra cáncer lo relaciona inmediatamente con la muerte y más bien aprovecho para decirles a los lectores de ZIPodemos que cuando estén atravesando una enfermedad, una prueba difícil o un ataque de algo desfavorable, la meta del enemigo es que nuestra atención se centre en lo negativo y si lo logra habrá ganado, pero nosotros tenemos el poder de elegir”.
“El médico que finalmente me atendió fue el doctor Julio César Alvarenga y en la primera cita me di cuenta que Dios estaba en control de todo, el doctor fue muy amable, despejó todas mis dudas y me dijo que en vista que el tumor era enorme debíamos atacarlo con lo más potente. Hasta recuerdo que me hizo el comentario de que si nos atacan con rifles no iremos a combatir con machetes, sino con tanques o algo más potente”, comenta mientras sonríe.
Los costos de las quimioterapias eran de 64,570 lempiras cada una en ese momento, fueron cinco sesiones las que recomendaron antes de hacer la operación para controlar de antemano el tumor. El día de la cirugía, justo cuando Vilma ya estaba anestesiada, el anestesiólogo le palpó algo sospechoso en la mama izquierda y decidieron hacer una biopsia aprovechando que tenía anestesia general y descartar cualquier anormalidad en la otra mama.
Al enviar esta nueva biopsia al laboratorio el resultado fue impactante, inesperado, Vilma tenía otro cáncer primario totalmente diferente al anterior, con receptores hormonales distintos y también estaba avanzado pues las quimios que había recibido no eran para este nuevo tipo de cáncer. Todavía con los drenos de la primera operación, y sin poder mover el brazo, Vilma narra su impresionante historia en medio de un sentimiento de gratitud ante tanta misericordia de Dios en medio de ese desierto.
Apenas empezaba a asimilar su proceso de recuperación cuando escuchó al doctor decirle que tenía que cortar su otro seno lo antes posible y de paso hacerle una histerectomía, que es una extracción de la matriz y los ovarios porque eso estaba alimentando el otro tipo de cáncer. Con sus ojos resaltados de tanta impresión Vilma nos describe ese día como el peor de su vida, aún peor que la primera vez que le diagnosticaron cáncer en su seno derecho.
“En ese instante sí sentí que ya no tenía fuerzas, esa noche no dormí, no podía dejar de llorar. Los resultados de la operación mostraban 9/20 ganglios infectados con posible metástasis, solamente recuerdo que leía el Salmo 30:9 “Qué provecho hay en mi muerte cuando descienda a la sepultura? ¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará tu verdad? Yo decía: – Padre, si tú me das vida, esta boca glorificará tu nombre y contará todas las obras que has hecho en mí, diré todo, de donde me sacaste sin merecerlo, solo por tu misericordia”.
El milagro ocurrió. Vilma es una sobreviviente gracias a la detección temprana. Ahora, a punto de cumplir 10 años de casada con David Roberto Dubón de Jesús y sus hijos, Laura Vanessa (8) y Juan David (3), continúa su vida normal laborando como analista financiera en Lear Corporation en Naco, Santa Bárbara. Es de resaltar la valentía de Vilma que además, durante los periodos de incapacidad que tuvo por sus tratamientos y posterior a las cirugías que fue sometida, aprovechó su tiempo aprendiendo repostería a través del internet y hoy por hoy es una excelente repostera que hace exquisitos cup cakes, pasteles para toda ocasión y boquitas para eventos especiales, todo esto durante sus tiempos libres y fines de semana.
Si usted desea contratar sus servicios para la compra de este tipo de repostería puede contactarla al cel 32291861.
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¡Vilma es un ejemplo de vida!
“Cuando nos enteramos que Vilma fue detectada con cáncer quedamos impactados, pero nos sorprendió mucho la actitud que ella tomó, ya que en todo momento creyó que iba a superar la enfermedad y lo logró.
Nos ha dado una lección de vida porque a pesar de las circunstancias, su fe la sacó adelante. Es un ejemplo en nuestro departamento y en toda la planta. Es una mujer muy trabajadora y dinámica, a tal grado de haber sido premiada como ‘Mejor empleada del departmento de finanzas’. Vilma tiene 8 años de laborar para Lear y se desempeña como analista de costos. Nos alegra sinceramente que Vilma ya haya sido diagnosticada libre de cáncer según el dictamen médico”.
Wendy Reyes, Gerente Financiera de Lear Naco y jefa de Vilma Bonilla.
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OTRAS SOBREVIVIENTES…
Ana Iris Baca, Bay Island
Ana Iris Baca, de 50 años, labora para Bay Island desde 2005 en el área de Recursos Humanos, cargo que ha desempeñado toda su vida. Ella es una persona muy responsable y puntual, llega todos los días 15 minutos antes de la hora de ingreso para darle la bienvenida y los buenos días a cada uno de los asociados. Ana es madre de tres hijas y tiene cuatro nietos que adora.
Enero del 2014 marcó su vida para siempre. Una mañana realizándose el examen que periódicamente se hacía sintió una pelotita en el busto, la cual le llamó la atención. Al día siguiente vino al médico de planta y le explicó su inquietud, que había encontrado un bultito en su seno derecho. La doctora inmediatamente le recomendó una mamografía y un ultrasonido.
Ana siguió las indicaciones realizándose los exámenes pertinentes. En el ultrasonido y la mamografía la doctora le dijo que veía algo “turbio”, le sugiere que se realice una biopsia y la remite al Instituto Hondureño de Seguridad Social, IHSS. Según el resultado del ultrasonido y las placas, el oncólogo del IHSS le mandó hacer varios estudios más para ver si no estaba invadida.
Los estudios aproximadamente duraron dos meses, de inmediato le mandaron a practicar la biopsia. Ya con todos los resultados le confirmaron su sospecha, tenía cáncer de seno, tardando ella dos semanas en asimilar los cambios y sucesos en su vida. Ana inició inmediatamente su tratamiento de quimioterapia, intervención de cirugía, nuevamente quimioterapia y posteriormente radiación por el término de un año.
Ahora Ana es una sobreviviente gracias a toda su buena actitud y al apoyo de sus familiares que hicieron su recuperación más rápida. Ana ya se reincorpora a su trabajo desempeñándose con la misma actitud y responsabilidad.
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Lorie J. Ferrera, Agencia J.E. Handal
“Cuando el médico leyó mi diagnóstico fue devastador pues la palabra cáncer se escucha como una sentencia de muerte, aún no me imaginaba la lucha que a partir de ese momento debía enfrentar, pero con fe y una mente positiva logré salir adelante”, comenta Lorie Ferrera, también sobreviviente al cáncer de mama.
A ella se lo detectaron en el 2010, a los 38 años. “Hoy por hoy no hay un patrón de edad ni hereditario, cualquiera puede padecer de este mal. Mujeres jóvenes, adultas y en edad avanzada”, explica Lorie, quien lleva 22 años de matrimonio y es madre de un muchacho de 21 años.
“Tengo 12 años laborando para Agencia J.E. Handal como asistente de Gerencia y encargada de compras internacionales. La empresa también fue clave para mi recuperación y tratamiento, ya que fueron muy comprensivos. Durante todo el año de tratamiento me permitieron trabajar de acuerdo a mis posibilidades, ya que yo no quise tomar incapacidad. Guardaba reposo 10 días después de las quimios y trabajaba los otros diez días pues se me aplicaban cada 20 días y durante las radioterapias iba a recibirlas todas las mañanitas a la Liga Contra el Cáncer y al salir me venía a la oficina”, expresa Lorie.
“El tratamiento fue combinado, la cirugía me la realizaron en una clínica privada y el primer tratamiento de quimioterapia también, ya que en ese momento no había medicamento en el Seguro Social. Los tratamientos subsiguientes sí me los pude realizar en el IHSS y las radioterapias en la Liga Contra el Cáncer”.
Según Lorie, “en este tipo de enfermedad la parte económica es sumamente delicada, ya que combatirla es demasiado cara. Hay gran número personas padeciendo de diferentes tipos de cáncer y no tienen los recursos económicos y muchas veces en el IHSS no hay cómo ayudarles”.
“He sido bendecida por Dios que me ha permitido seguir aquí y poder contar mi historia a otras mujeres e invitarlas a que se hagan el auto examen pues el cáncer de seno detectado a tiempo puede curarse. Depende de ti, 5 minutos al mes pueden salvar tu vida”.
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